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sábado, 12 de octubre de 2013

ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA I (ADM....WMD)

Hola a todos y a todas!

Después de una larga ausencia, gracias a unas plácidas y duraderas vacaciones de verano, he decidido volver a mi blog para comentar diversos aspectos relacionados con el polémico tema de las armas de destrucción masiva.  A  raíz del conflicto de Siria se ha reabierto un debate a cerca del uso de estas armas, prohibidas por la comunidad internacional  tras la aprobación del protocolo de Ginebra de 1925, al finalizar la Primera Guerra Mundial. Esta prohibición se reiteró en 1972 y 1993, cuando se  prohibió también la producción, el desarrollo, el almacenamiento y la  transferencia de dichas armas.
El control internacional está a cargo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ). La misión principal de la OPAQ es la de eliminar cualquier tipo de armas químicas en el mundo. Su labor consiste en comprobar que se destruyen todas las armas de este tipo y en controlar que no se vuelvan a producir, almacenar o emplear (CAQ). imagen del logotipo de la OPCW (OPAQ).

La Organización cuenta con 189 países que han firmado la Convención de Armas Químicas (CAQ), 2 países Israel y Myanmar, lo han firmado pero no lo han ratificado, mientras otros 4  estados (Angola, Egipto, Sudán del Sur y Corea del Norte) no han firmado. El pasado 21 de agosto, en Ghouta (Siria), murieron 1400 personas y 3000  resultaron heridas de cierta consideración, en un ataque con gas sarín. Este ataque se convirtió en la peor matanza producida por un agente químico en los últimos 25 años, causando una gran preocupación mundial. Diversos países, encabezados por Estados Unidos, anunciaron que  llevarían a cabo una intervención militar en Siria para acabar con los brotes de violencia en el país. Tras largas e intensas negociaciones, el régimen de Bashar el Asad accedió a desarmarse y a desmantelar los almacenes que contengan dicho armamento, así como proceder a su destrucción.

Casualmente y cuando estaba escribiendo en mi blog sobre este asunto, me he enterado por la radio que le habían concedido el Nobel de la Paz a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, tras superar a la joven pakistani Malala Jousafzai, que era una de las favoritas.El Comité del Nobel Noruego ha confirmado que ha otorgado el premio Nobel a dicha Organización: "Por sus amplios esfuerzos para eliminar las armas químicas". La OPAQ, con sede en la Haya, vigila para que se cumpla el tratado multilateral firmado en1993 y vigente desde 1997, a cerca de la Convención de Armas Químicas (CAQ). Entre los años 1997 y 2013, esta Organización realizó más de 5000 intervenciones en territorio de 86 países. En los
últimos 20 años destruyó un 81% de agentes químicos, así como, aproximadamente, un 60% de las municiones y contenedores químicos. Ahmet,Director General de la OPAQ, aseguró que la concesión del Nobel de la Paz ayudará a su Organización a una mayor motivación para conseguir la paz en Siria.

Las Armas de Destrucción Masiva (ADM), Weapons of Mass Destruction (WMD, en inglés), son armas capaces de eliminar a un número muy elevado de personas de manera indiscriminada y causar cuantiosos daños económicos y medioambientales.

imagen de wikipedia.org

Se consideran armas de destrucción masiva las nuclearesbiológicas y químicas.Las armas químicas y biológicas solamente acaban con lo seres vivos, mientras que las nucleares destruyen a su paso todo lo que está cerca del núcleo de la explosión. Las armas químicas son compuestos químicos tóxicos; las biológicas son microorganismos capaces de provocar enfermedades altamente contagiosas y las nucleares son fundamentalmente explosivas.
Las diferencias más importantes entre éstas se basan en el poder de destrucción. Un arma nuclear necesita una cantidad no muy alta en peso para causar enormes destrozos, no obstante el número de personas que puede matar un arma química es superior y el armamento biológico es el más letal, ya que con una cantidad muy pequeña se pueden originar una serie de epidemias de proporciones incalculables y a su vez muy difíciles de controlar.
Los agentes fito-tóxicos (herbicidas y esterificantes del suelo) son, probablemente, el nexo de unión de la llamada Guerra Química con la llamada Guerra Biológica, componente más moderna en la llamada defensa ABQ (Atómica, Biologica y Química).
La Guerra Biológica iniciada en EE.UU. bajo los auspicios de Chemical Warfare Service (CWS) es de capacidad más estratégica que táctica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS ), como consecuencia del uso de armas biológicas, cataloga una serie de virus capaces de provocar fiebre amarilla, encefalitis, gripe, tifus, etc...además de posibles efectos a largo plazo (enfermedades crónicas, cáncer, mutaciones geneticas, nuevas enfermedades, etc...).
En estimaciones sobre ataques de esta naturaleza se considera que podrían provocar de 8.000 a 30.000 muertos por kilómetro cuadrado.
A efectos de comparación con el arma química, debe tenerse en cuenta que la dosis letal de ésta es del orden del miligramo (milésima parte de un gramo), mientras que las de un agente biológico es del orden del picogramo (billonésima parte de un gramo). Un agente químico en un "rociado" aéreo forma bandas de unos cientos de hectáreas, un agente biológico disperso por el mismo procedimiento puede cubrir varios miles de kilómetros cuadrados.

En las próximas "entregas" intentaré comentaros como actúan algunas de las armas  de destrucción masiva más "famosas" o más utilizadas.

Páginas web consultadas:
www.wikipedia.org; www.armscontol.org; www.ojocientífico.com/3796/armas-biológicas-una-amenaza-latente; www..ehu.es/zorrilla/juanma/armas/armamento.pdf; www.opcw.org.
Bibliografía:
MARRERO ROCHA, I, armas nucleares y estados proliferadores. Universidad de Granada. Granada, 2004.
MATEO MESELOM, JULIAN PERY: Investigación y Ciencia". Tomo: Armas Nucleares". Sección sobre armamento químico.
MILLER, Jr; ENDELBERG, S y BROADW, guerra bacterológica. Las armas amenaza terrorista. Ediciones B. Barcelona, 2002.
PITA RENÉ, armas químicas. La ciencia en manos del mal. Plaza y Valdés. Madrid, 2008.